Era trigueña, le decían rubia, y quería ser morena. Le gustaba el ron con 3 hielos y leer 7 veces al año ese libro que habla de cocina y embrujos de amor. Comía galletas saladas con manjar, se maquillaba todos los días y se vestía de negro. Su sueño era ser madre, y todos los días se tomaba al menos 6 tazas de té con un palito de canela. Lidero movimientos políticos y actúo al frente de mil personas. Creció en medio de comerciantes y 3 veces entraron a robar a su casa. Esa era Consuelo.
jueves, 24 de junio de 2010
Ni yo me lo creo ...
miércoles, 23 de junio de 2010
Viejo verde, coquetón ... ¿vivaracho?.
lunes, 21 de junio de 2010
Se viene el temblor .-
jueves, 17 de junio de 2010
Luces .-
jueves, 10 de junio de 2010
Consuelo en Sepia.
Consuelo no te confundas !!!, no te conformes con poco!!!, el simplemente ya no te quiere, y quizás nunca lo hizo!!! – me dijo Amparo cuando le conté. Raúl era un dulce relleno. Era tierno, mino, y tenía una fuerza interior increíble.
No quería escuchar más Amparo, sentía que no me daba respuestas. En mi desesperación llame a Raquel, mi Rumpy personal, en verdad creo que le he contado todo. Déjalo volverá!!!- me decía con pasividad. Pero no estaba segura de eso, hace tiempo que no sentía ganas de salir con una red y atrapar alguien para que se quede conmigo siempre. Lástima que no fuera una mariposa o un pececillo que pudiera capturar fácilmente.
Amanecía todos los días conmigo, amaba levantarme en las mañanas pensando en él, se lo agradezco, hacia que mis mañanas fueran lindas. El único problema era la dicotomía que tenía en su interior. Era fuerte y lo veía como un gigante para mi. Me gustaba que me apretara fuerte, y que me mirara con esos ojos brillantes. Me sentía amarilla a su lado, aunque era fácil caer en un estado café. Lo único que me incomoda es que alguien me tenga colgando en sus manos y estaba indefensa, como que es peor que un resfrío. Lo quiero y que?. Creo que me duele entregar sentimientos.
Mis tiempos con Raúl estaban pintados de sepia. Su piel era suave, y derepente se alejaba sin motivo. Costaba que volviera a mis besos. Quizás por eso los concejos de Amparo. Aún no se si era un juego (y era “nuestra” forma de comunicarnos), o simplemente su desinterés era grande (y sólo regresaba porque iba a encontrar un lugar cálido conmigo). Agradezco de todas formas el haberlo conocido, me hiciste conversar con las estrellas.
miércoles, 2 de junio de 2010
Clarissa lo conoce todo !!!
Te amo un poco, en especial cuando me miras brillante, veo tus lindos dientes y me doy cuenta de lo roja q me dejas la boca. Me gustan esas manos q se notan fuertes y trabajadas, tu espalda ancha y el sonsonete de tu voz. Me gustaba Hernán!! Gritaba Clarissa una y otra vez.
Le encantaba tejer cuando él se encontraba lejos. Lo abrigaba con sus mantas cuando él estaba cerca. Siempre lo extrañaba, incluso cuando estaba con ella. A él le gustaba fantasear, muchas veces el silencio, cosa que ella no compartía. Se lo comía a besos cuando podía, tenia la loca idea de que sus besos se marcarían, se pegarían como una estampa, como una segunda piel. Quería calar en sus entrañas y no dejarlo ir jamás. No era celosa, no era psicópata, era una amante queriendo amar. Compartíamos la falta de corazón, pero la huella de uno. Clarissa entendía por completo cuando yo le decía que me quedaba poco de aquél músculo, y que los latidos iban disminuyendo. Guardo la esperanza de que algún día cambiará su piel, será rechoncho y renacerá como fénix. Para ello falta tiempo.
Le gustaban sus políticas y compartían ideologías, lástima que el idealismo no ha llegado muy lejos. Era dulce como el algodón de azúcar y sus mejillas eran rosadas. Me sentía muy conectada con ella. Pensábamos muy similar. Me gritaba a veces, con tono chillón - Lo único que agradezco es que por último he utilizado el tiempo gastando mi corazón, eso quiere decir q lo he aprovechado, y no se me ha puesto “peludo ni gruñón” como cuenta J.K -.
Yo por mi parte he decidido no exponerlo tanto, eso no quiere decir q me voy a volver racional del todo, pero si seré mas cautelosa.
- No te buscaré … no te seguiré … tu volverás… - Fueron las últimas palabras que Clarissa le dijo a Hernán, y sonrío. Era un loco enamorado de los viajes y de los descubrimientos, ella sabía q algún día golpearía su puerta nuevamente. En ese instante, ella iba a ser capaz de hacerlo viajar en sueños, lo atraparía y lo dejaría eternamente a su lado. Pero éste no era el momento. Cuando la escuché, y pienso en aquel libro de cocina que adoro (dónde Tita amo hasta q ya no pudo más, se entregó por completo y fue, a pesar de todo, valiente), me siento en un abismo. Yo soy como un gatito asustado, que piensa que le va a llegar un balde de agua, o que un perro en cualquier momento le va a ladrar. Clarissa era valiente, iba de frente y vivia en su mundo esponjado. Sinceramente creo q él no va a volver, pero es lindo escucharla hablar con tanta pasión y esperanza.