jueves, 19 de agosto de 2010

Siguiendo el camino amarillo ...

Cuando se esta bien, las dudas crecen. Que vendrá ahora?, típico que pasa algo malo después. Me sentía bien, cómoda y feliz. Buena pega, las cosas en mi casa mejoraban y decidí dejar fluir las emociones de mi corazoncito y simplemente sentir. Él aún me hacia tiritar y me gustaba. Ya toda la amargura de mi des-amor quedaba atrás y aprendí a querer aquellos sentimientos inhóspitos con olor a tristeza. Asumí que lo quería para mi, que me proyectaba con él y que no me atrevía a luchar más, mi limite había llegado. Mi amigo oscuro me contraponia, me hacia pensar y me cuestionaba un montón. Realmente te la jugaste por él ?, cuanto entregaste ?, llegaste al 100 % ?, entonces porque te quejas ?. Eran preguntas que retumbaban en mi cabeza, pero la desicion ya estaba tomada y no iba a dar un paso atrás.

Entre medio de toda esta historia, que paso de natre a miel, apareció José Miguel. Su color era el verde, por lo mismo decidió vestirse así todos los días. No era el hombre ideal, y pienso que no lo conozco nada, pero me distrajo un rato. Creo que conversamos 4 veces en vivo y en directo, el resto fue una relación vía sms. Lo que me llamó la atención de él, es q yo le llamé la atención primero. Sin embargo mi corazón seguía latiendo por Hernán. Me gustaba que retumbara por él. Encontraba completa y absolutamente sincero lo q estaba sintiendo.