sábado, 9 de octubre de 2010

Octavo sentido.-

Hay gente que siente todo en su piel. No sé si seré una de ellas, pero mi guata me dice todo. Me gusta adelantarme a las cosas, lo que me da lata es darme cuenta que tengo razón. Las esperanzas se mantienen hasta el final. Me carga eso de que me suden las manos, que mi corazón lata tan rápido que haga q mis ojos se pongan cristalinos y brillen. La desilusión pesa, más aún cuando el orgullo es grande y no deja que nuestros deseos fluyan libres.

Soy consiente de mis hormonas, al igual que Raquel, pero esta situación ya me está alterando. Quiero confiar, pero mis historias, como se podrán dar cuenta, me han llevado a dudar de la duda. Soy tozuda, consentida e histérica. Necesito algo más que un "podría ser". Si bien es cierto creo en el gris, me gusta más cuando las cosas son blancas o negras.

Tengo claro lo que no quiero. Hace un par de días la vida me presentó a un hombre perfecto. Una espalda ancha, calugas marcadas.... Uff !!! ese hombre estaba hecho a mano. Simpático, coqueto, tierno, inteligente y galán ... Para que pedir mas?. Es tonta quizás mi reflexión, pero, me di cuenta que es justo lo que no quiero. Todas tenemos un perfil de hombre en nuestras cabezas, de esos que saben cocinar, son ultra sexy, y te llevan desayuno a la cama los domingos. Eso es lindo, pero mi me gusta la confrontación.

Mi guata me dice que Benjamín no es el indicado, que nada va a llegar a puerto, sin embargo también es la oportunidad perfecta para aprender a conquistar, quitarme la vergüenza y jugarmela. Me carga ser la mina pegote, de esas que llaman todo el día, postean en fb y los mensajes de textos los envían con cada pestañeo. Pero de que me ha servido? derrepente pienso que el que la sigue la consigue.

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